Este
año en Portugal se celebra el año Camoes. Hace 500 años de su
nacimiento. Camoes supone la médula misma del imaginario portugués.
Él es quien canta a la gran Lusitania, el que acompaña con sus
grandezas y sus miserias al esplendor luso. Es, pues, el alma del
pueblo. Mensagem, de FP, tiene mucho de réplica a las Luisiadas o se
convirtió casi sin advertirlo en una refundación de Os Lusíadas,
aunque Pessoa le suma a su libro el vuelo mesiánico, la cosa
quimérica del Quinto Imperio. Yo creo que, sin embargo, Pessoa no
leyó en profundidad el libro de don Luís, pero bebió de su perenne
influjo, de todo lo que ese libro fundacional había impregnado el
espíritu y el nacionalismo portugués. Puede que nadie lea hoy en
día a Camoes, como me refiere, Nuno Lopes, pero Camoes ha penetrado
el alma portuguesa, Camoes está en la médula de la percepción que
los portugueses tienen de sí mismos y de Portugal. Nosotros, los
españoles no tenemos a un Camoes, ni un libro como Os Lusíadas (que
tiene tanto de La Eneida virgiliana, por cierto). Nosotros, los
españoles, no tenemos un libro nacional salvo quiás los Episodios
Nacionales, de Galdós. Cierto que la novela de caballerías, tan
seguida en España, y luego la novela de la soldadesca (Capitán
Alonso de Contreras, Guzmán de Alfarache, etc...) emulan en cierto
sentido os Lusíadas, pero no son lo mismo ni han tenido la alta
trascendencia que Camoes tiene en Portugal. Tenemos al Quijote, sí,
pero el Quijote es al fin y al cabo un sueño, diríamos que casi una
claudicación. El Quijote habla de un mundo (de un sueño) que acaba,
de unos ideales que se ven enfrentados y sometidos a la cruda
realidad, etc... pero El Quijote, con ser descomunal, con ser mucho
más importante que Os Lusíadas, no es ni puede considerarse un
libro nacional. Acaso, si me apuran, todo lo contrario.
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