NUNCA SE SABE CON EL ART-CONTEMPORÍ
Nunca sé si esa cosa anómala y maravillera del arte contemporáneo está a rebosar de procelosas ocurrencias, de mapas del vacío o es que yo soy un troglodita que se quedó dos estaciones antes que Duchamp y me perdí su inodoro y toda esa su artillería semántica o semiótica de la letra pequeña, que todo puede ser.
Un día, mientras esperaba un autobús, con dos bolsas del mercadona, sentí de golpe que me estaba marcando una performance de puta madre. La gente me miraba no sé si con algo de desprecio o de piedad, pero yo me decía, tranqui, Manuel, que esos viejucos y carcamales cañí se rían cuanto quieran, que tu estás aquí enjaretándoles una performance que no se la salta un galgo. Momentos antes de llegar el bus un gitanillo rumboso me soltó dos monedas y me sentí entendido en modo artista contemporáneo, de manera que cada vez que voy a un autobús me pongo en rollo performance, aunque no se me ha vuelto a dar el caso de que ningún gitanillo me haya soltado monedas. Y es que las monedas le da a la cosa dimensión, densidad, foriartness, no sé si me siguen.
Ya uno va entendiendo que la manera de discutir o poner en valor la banalidad es a través de la banalidad misma y que con un cartelito como "Sea banal y compre una silla" un artista no va a ninguna parte. Pero es que el Artcontemporí canta tanto y tanto a la banalidad que ya tanta banalidad abruma, atosiga, desespera, desopera, desincide, desmonta, convirtiéndose por mor de ella misma en relación con el continente el epicentro mismo del suceso artístico, no sé si me sigues.
En fin, que ya de puestos, voy a dar unas cuentas ideas para obras contemporáneas. Si laguna Diputación, algún Museo, alguna asociación de belenistas o incluso ARCO quiere alguna de estas ideas ruego insert coin inser coi inse co, ins c, al menos para que me salga de balde el autobús.
Las ideas:
IDEA 1) Un tipo (yo por ejemplo) se arrodilla durante veinte minutos ante una lavadora en marcha a quien le va dictando sin parar números de la guía telefónica que uno sujetara como libro sagrado entre las manos. Título: "Conversación sin catedral".
IDEA 2) Un tronco de árbol de al menos 180 cm de altura y 80 cm de diámetro cortado por la mitad (longitudinalmente). Entre ambas mitades una pared de ladrillos coronada por un alambre de espinos en forma de copa con algunas ropas desgarradas donde el público ha de tirar papeles y todo cuanto desee, porque aquí priva la interacción. Título "Ha probado ya con un árbol en su salón?"
IDEA 3) Diez carros de supermercado cargados de bombillas de casquillo grueso procedentes de Ciudad Juárez. Cada bombilla representa una de las mujeres desaparecidas en CJ durante los últimos diez años. Título: "Y sus luces, dónde están?"
IDEA 4) Una trampa de cazar ratones gigante de madera de al menos 2 mts de longitud para atrapar sueños. En lugar de quesos lo que aparece como reclamo es un lote de libros entre los que no han de faltar: la Constitución Española, Los tratados de la UE, la declaración de derechos Humanos. Título: "La cazadora de sueños".
Si me llaman ya les cuento.
Nunca sé si esa cosa anómala y maravillera del arte contemporáneo está a rebosar de procelosas ocurrencias, de mapas del vacío o es que yo soy un troglodita que se quedó dos estaciones antes que Duchamp y me perdí su inodoro y toda esa su artillería semántica o semiótica de la letra pequeña, que todo puede ser.
Se masca Algo. P. Orhozko. |
Un día, mientras esperaba un autobús, con dos bolsas del mercadona, sentí de golpe que me estaba marcando una performance de puta madre. La gente me miraba no sé si con algo de desprecio o de piedad, pero yo me decía, tranqui, Manuel, que esos viejucos y carcamales cañí se rían cuanto quieran, que tu estás aquí enjaretándoles una performance que no se la salta un galgo. Momentos antes de llegar el bus un gitanillo rumboso me soltó dos monedas y me sentí entendido en modo artista contemporáneo, de manera que cada vez que voy a un autobús me pongo en rollo performance, aunque no se me ha vuelto a dar el caso de que ningún gitanillo me haya soltado monedas. Y es que las monedas le da a la cosa dimensión, densidad, foriartness, no sé si me siguen.
Ya uno va entendiendo que la manera de discutir o poner en valor la banalidad es a través de la banalidad misma y que con un cartelito como "Sea banal y compre una silla" un artista no va a ninguna parte. Pero es que el Artcontemporí canta tanto y tanto a la banalidad que ya tanta banalidad abruma, atosiga, desespera, desopera, desincide, desmonta, convirtiéndose por mor de ella misma en relación con el continente el epicentro mismo del suceso artístico, no sé si me sigues.
En fin, que ya de puestos, voy a dar unas cuentas ideas para obras contemporáneas. Si laguna Diputación, algún Museo, alguna asociación de belenistas o incluso ARCO quiere alguna de estas ideas ruego insert coin inser coi inse co, ins c, al menos para que me salga de balde el autobús.
Las ideas:
IDEA 1) Un tipo (yo por ejemplo) se arrodilla durante veinte minutos ante una lavadora en marcha a quien le va dictando sin parar números de la guía telefónica que uno sujetara como libro sagrado entre las manos. Título: "Conversación sin catedral".
IDEA 2) Un tronco de árbol de al menos 180 cm de altura y 80 cm de diámetro cortado por la mitad (longitudinalmente). Entre ambas mitades una pared de ladrillos coronada por un alambre de espinos en forma de copa con algunas ropas desgarradas donde el público ha de tirar papeles y todo cuanto desee, porque aquí priva la interacción. Título "Ha probado ya con un árbol en su salón?"
IDEA 3) Diez carros de supermercado cargados de bombillas de casquillo grueso procedentes de Ciudad Juárez. Cada bombilla representa una de las mujeres desaparecidas en CJ durante los últimos diez años. Título: "Y sus luces, dónde están?"
IDEA 4) Una trampa de cazar ratones gigante de madera de al menos 2 mts de longitud para atrapar sueños. En lugar de quesos lo que aparece como reclamo es un lote de libros entre los que no han de faltar: la Constitución Española, Los tratados de la UE, la declaración de derechos Humanos. Título: "La cazadora de sueños".
Si me llaman ya les cuento.
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