la
posesión del humo
violeta
c. rangel
Premio
cuidad de Córdoba, Ricardo Molina 1997
Ed.
Hiperión, nª 314, Madrid, 1997
Ed.
Baile del Sol, 2014
la posesión del humo
días de garrafa
VIOLETA.
Violeta la del Born,
oficio
sus labores,
carrer
de Regomir, antes Comerç, antes Aldana
(así
hasta doce), antecedentes tiene,
estado
civil charnega (aunque no es cierto
y
puedo hasta probarlo), valor tres mil,
pensión
aparte.
PIDO
al cielo que la casa donde vives
caiga
sobre ti, ¡rata piojosa!
que
un matón te abra la cabeza y que tus hijos,
te
coman las entrañas,
e
incluso así no pagarías, ¡hiena inmunda!
Me
queda ese consuelo de saber que eres escoria,
pura
escoria, negra escoria, sólo escoria
y
que a tu muerte hace tiempo que asistí.
Brindo
por ella.
PASIONES
COMPARTIDAS
Es
verdad, quisiera desclavarte,
descansar,
hacer de tonta,
tomarme
un tripi a tu salud
y
luego descorchar una granada.
Volar
ha sido siempre
una
pasión que compartimos.
ECHA
el resto en los bujíos,
pon
a cien a esos pringaos.
Arranca
bocas, pendonea,
hazte
virgen, lola, dales gusto,
sácales
luego la guita y piérdete,
corazón
mío.
DÍA
DEL LIBRO
¡Maldita
sea, acaba ya! ¡Muévete, vamos!
Enciendo
un cigarrillo,
me
acerco a la ventana.
¿Oye
tía, no tendrás
una
papela, algo de goma?
En
la calle la cosa está animada:
el
mismo frío, el mismo personal
buscándose
los cuartos,
unos
maderos tronchados con un paisa
al
que obligan, pipa en ristre,
a
tirarse a la farola.
La
pava de la tele
tranquiliza.
Libros, rosas,
la
importancia de cervantes
(este
año se lo han dado a una cubana),
el
rey sonriendo, como siempre,
a
la parroquia...
Un
charnego se acerca a preguntar
por
el pescado
y
la Palmira, con el cuento,
se
lo sube a la pensión. Escucho aplausos.
Noches
como esta te abren el estómago.
POÉTICA
un
poema es una sepultura,
y,
cielo, tú debes caber dentro.
* los poemas en color no fueron publicados en la primera edición, sino en la segunda, la de Baile del Sol.
* los poemas en color no fueron publicados en la primera edición, sino en la segunda, la de Baile del Sol.
CAL
VIVA
Nadie
repara un corazón,
nadie
devuelve una memoria ni un castigo,
la
casa de tu padre no está en venta
y
en tus entrañas nace un árbol viejo.
LOS
cisnes no funcionan esta noche.
Pompeya,
la gachí que escupe por sus mellas
la
leche de cien cristos, me pide cinco trompos
para
un chute. El cajero se hace el duro
cuando
metes la tarjeta.
Conoce
los tatuajes, los pinchazos, estos morros
y
no afloja ¡el muy pendón! ¿Le meto fuego?
a
josemari, triste y fino, con coraje.
UNA
no sabe a qué carajo juega,
ni
cuál es la maldita utilidad de esta partida.
Tranquila,
me dice Josemari, el
Cubatriste,
cuando
esos hijoputas te muelan las ventrechas,
lo
sabrás.
Ahora
a lo nuestro.
LA
Guanchi es la que vino de Canarias.
Jodida
y bien jodida, se quiere abrir las venas
con
un simple abrelatas. Hace meses que se mete
optalidones
y basura que encuentra en los derribos.
Como
loca se harta de insultar a los maderos
-está
en busca y captura- y al padre de una hija
que
no ve desde hace cuánto.
Por
los clavos de Cristo, le grito,
compórtate
y olvida.
HACEDME
un último favor:
firmad
donde os indiquen.
Yo
el cuerpo no lo quiero para nada,
mejor
que lo aprovechen.
Para
algo servirá,
si
acaso vigilad que me haya ido
cuando
abran, retacen y congelen.
DÍA
DE GARRAFA
Días,
como todos,
de
garrafa.
la
posesión del humo
HOLLY,
LA DE LAS HORAS NEGRAS
Hoy,
querido, me rozan los tacones
y
la luz se va en lo mejor del polvo.
La
lluvia muerde un corazón.
Mi
coño admite tus tarjetas.
LAS
camisas no te caben en el cuerpo
la
bandera te desuella (¡duérmase!),
nieva
plomo y despiertas al clap-clap
de
este lolailo. La vida, cada poco,
te
sube sus impuestos, ¿qué creías?;
el
precio del amor manda cojones
aunque
siempre te puedes apañar
(y
aquí estoy yo) con algo menos;
Está
nevando estiércol y un fulano
va
y te dice, oye nena, a ver, a ver
mueve
ese culo.
SUPÓN
por un momento que tu vieja por cien pavos
se
lo hace en los camiones con cualquiera,
que
la bofia por dos gramos te manda pal talego,
que
el cabrón de tu vecino le ha metido
por
dos veces fuego a tu garito,
y
ese menda te ha dejado un marrón en las entrañas,
que
estás viva,
tan
completamente viva, que qué importa
ponerles
por delante el pastelito envenenado
que
guardas en los muslos,
mar
adentro.
SAVOIR
FAIRE
a
manolo alosno pazos, que
una
vez me salvó la vida.
Crees
que ir de pavo en pavo es estupendo,
pero
¿qué me dices de bregar con esos bestias
que
acaban poniéndote la pipa entre las piernas
cuando
les hablas del condón?
¿soportar
las babas de un fulano
que
se apaña con la jefa
pa
meterla caliente en tu trasero
por
un maldito paquete de gauloise
y
veinte francos?
EN
enero borrachos marineros y en febrero
mi
primo el almirante: Onofre en el café,
como
una reina. Poesía, dices, y eres tú
orgásmica
y venal. Rompecojones.
CABALLO
DE PICAS
Oye,
vida, ven aquí
necesito
un poco más de ambiente y unos tragos
de
carne en las entrañas, más luna
en
estos brazos.
Deséame
lejana
y sin conciencia,
subida
al último espolón, como en la inopia.
No
te tardes, ¡llévame!, jaco de Mierda.
PARA
no caer desde el tercero
me
agarro como puedo a las barandas
Muerta,
muerta, muerta, más que muerta,
me
dices, ¡fantasmón!,
con
estas ojerazas, echa un asco,
y
tú mientras corriendo
como
pernod por mis huesos.
¿QUÉ
les hago?
me
flipan los vecinos: mato a sus perros,
ardo
en sus pensiones y pago los recibos
de
la luz y del descaro.
¿Qué
les da?
Eran
fiambres cuando vine:
muchos
pasaron por aquí,
llegué
a sus huesos. Les dejé,
¿quién
se arrepiente?
la
rosa negra y el reloj, este reloj:
por
cien francos de placer,
mon
cher, nadie da más.
Déjalos
ir, tú déjalos:
ya
estaban muertos.
TE
siguen los maderos, ¿dónde ir?,
corre
si quieres (y ¿qué es,
dime
qué es lo que te tiene entre las cuerdas?).
Mañana
volverás para pedirme que te cruce
en
este jaco y que te ofrezca
un
billete directo a las tinieblas.
PORQUE
vivir no es atarse la mollera con alambres
ni
volar cuando más turbia está la noche,
sino
mirar al cielo, desnudarse, ponerse a andar
pa
cualquier sitio y calladito estás mejor,
corazón
mío.
Vivir...
vivir ¿es que estás ciego?
ME
he pasado muchas horas
doblada
como un perro,
agarrada
a los lavabos.
Ellos,
mientras, miraban hacia arriba
pa
darle precio a este mihura.
Es
barato, ¿por qué no?
¿Dónde
está el truco?
Irme
de aquí, bah, ¡qué bobada!,
¿es
que puedes elegir
con
qué te acuestas?
Y
si lo ves venir con tantos humos,
olvidada
de ti misma, no nubles tu placer
con
tontos miramientos ni blandas maniobras.
En
su perra suerte hazte con él. Luego,
déjalo
marchar como llegó,
que
más tarde han de venir
noches
sin nadie, barcos que te alejen
aún
más del puerto.
PORQUE
la noche, niña, tiene sus gorilas
sus
putas, sus tarados,
y
oigo el mar cercano y hueco
como
aspas de un ventilador,
¡nena!,
¿a qué juegas?
EL
color del miedo y unos charcos,
la
voz sesgada de un fulano
que
promete sacarte de la calle
con
fragatas y tanques y alguaciles.
Lo
juro, jura, y se larga tan campante
como
de niña yo, con los niños del biafra.
¿NO
querrás que a estas alturas yo me trague
la
labia aguardientosa de un pirado
que
promete por sus muertos
presentarse
con tanques
y
fragatas al local
pa
salvarte de esta vida
y
estos mendas que se dejan
sus
escombros y su hiel sobre tu colcha,
mientras
largan de lugares
donde
nadie te pondrá la mano encima?
LA
noche, cada noche
se
queda en la alfombrilla,
apuro
otro gauloise, otro café,
me
quedo como muerta y me disfruto.
Un
rayo de sol frota mi espalda
como
un chico trasnochado y rencoroso.
Esa
es la luz que vuelve del festín,
la
perra luz del día.
SIEMPRE
he vivido en cuartuchos desalmados
y
a mi padre lo vi tres, cuatro veces.
Tal
vez me sobreviva el muy cabrón
sin
hígado y sin sesos, desguazado.
Un
cuarto así para soñar
con
el hambre, cielo, de estar viva.
POÉTICA
no,
no es esta una poesía
sino
la mala vida, ¡joder!,
esa
costumbre de no llegar
hasta
el final de nada
EN
el calor de un brazo,
en
la distancia entre dos calles,
en
toda esa simiente, en mi salario
de
brasas, en la arena
de
esos espigones
que
se ven desde mi cuarto
cuando
abro al mar estos escombros.
EN
fin, querida mía,
que
empieza la calor
y
huele a heno y a compresas.
Un
poco, cómo no,
a
pescado pudriéndose en el cubo.
Los
días, sí, parecen calcos al trasluz...
porciones
exactas de quincalla.
ESTÁS
lista
¿y
el amor, qué fue de aquello?
Una
polla me tiene entre las cuerdas
la
misma a la que amé más que a mí misma.
La
vida fue, mientras, llegar,
correrse
en serio
y
consentir tu humor, tus vacilones.
DESEOS
PÍOS DE ACABAR EL AÑO
a
lluis feliú, el menda de los musgos
Una
lluvia bronca y desflorada. Morir muy joven
a
manos de cualquiera. No eliges tú la vida
y
cuando la vida es ya cuestión de casi nada
importa
no dejarse empitonar por un pringao.
LA
deja entre mis muslos,
como
un sable. ¿Qué más da?
No
queda tiempo. Lejos de la casa,
en
sus ruinas, parece despertar.
Sentir
cómo se atiesa,
cómo
va juntándose a mi carne,
cómo
gime y cómo empuja y me revienta
sin
que pueda desprenderla
ni
decirle, ¡lárgate, vamos, lárgate,
muerte
de mierda!
MENAJE
A TROIS
Quedamos
a las tres
y
se presenta a media noche
con
Mirelle, sí, sí, como lo oyes.
Solos
los tres
me
larga algunos de sus versos tan manidos.
Son
de amor y los dedica
a
su dulce espatarrada mariposa.
CON
dientes de verdín le comí el rabo
que
tenía un sabor a pollo frito, a cosa helada.
Le
acepté la copa, la yesca, una rallita,
todo
lo acepté con tal de que aflojase:
estaba
en cuadros.
Pero
no, no me aflojó
su
duro mercader de las tinieblas.
TATUAJE
Lo
miras divertida y te invitas a una copa.
Si
su historia fuese buena,
si
tratase de sucios tiparracos,
de
drogas o de hoteles rojos como un cuerno,
de
una muerte no explicada
o
de una vida inexplicable
la
cosa, cielo, cambiaría.
Pero
no. El muy petardo raja y raja de Acapulco,
entona
al Aznavour con voz de franciscano.
Yo
soy géminis, te suelta, y tú,
espera
nena, espera, tú eres tauro.
Así
es como el gachó
se
agencia un quiqui allá en su tribu.
A
esto del amor, le digo por ponerme interesante,
le
va el carmín resquebrajado,
los
parques últimos, el cigarro a solas,
las
lunas abolladas,
los
coches estrellados.
Me
levanto a por gauloises.
Lo
dejo con los ojos
hundidos
en la copa
aún
más turbia que sus ojos.
Ya
en la calle,
me
cuelgo de un polaco
y
tarareo esa canción de la Piquer:
Y
él vinooo en un baaarco...
NO
he perdido el tiempo
y
aunque haya dejado la vida
en
el peor de los muelles,
de
algunas noches guardo
la
impaciencia de un cuerpo,
la
sagrada compaña de un amigo.
CON
ARTURO
a
uve berges de neu, de la misma calle
Llegué
hasta aquí
en
un tren que era una cobra.
Aquí
encontré lo que pedía.
Palomas
y gorriatos
disputándose
el arroz de los domingos.
Como
una sombra
espero
el barco hacia el infierno
donde
todos estos pajarracos
de
cartón no me fastidien.
a
tonino padovani, a quien conocí
en
El Barcas
hace ya muchos años
DEJABAN
en el muelle los pesqueros
su
carga de caballas. Sentada en aquel banco
lijaba
mis morritos de pepona made in Usa.
No
hablábamos de túneles entonces.
No
hablábamos de impuestos.
Al
bajar del autobús
en
el cruce de Peligros y Marina
eché
de menos a otra puta, a un marinero
rajándose
hacia el muelle. Tan sólo a La Palerma
pidiendo
para un jaco. A mi paso las gaviotas
buscaban
las palmeras donde más triste es el vaivén
de
los cacharros. En El
Barcas
por diez pavos
te
ponen a Los Chichos..., ¿qué, te apuntas?
Aquí
estoy,
girando
en los carritos de una noria.
Es
entonces, Tonino, cuando me pregunto
¿si
la paz, lo que otros consiguen llamar paz,
puede
ser esto?
a
hilario algorta, frutalmente,
y
con un palo de golf
CALLADOS,
con la lluvia,
recorremos
la alameda
rompiendo
besos a pedazos
y
calentándonos a conciencia.
Donde
otros han follado
hemos
follado, pero nada es hoy tan dulce
como
el barro de tus muslos,
el
chap chap de tu palomo trampeado.
Y
sigue, sigue, sigue,
como
si no ocurriera nada,
la
lluvia en nuestros ojos.
BAJANDO
por la rue dindon
hacia
el embarcadero,
hoy,
23 de agosto de 1992,
me
estremezco al pensar
en
todos esos cuerpos que habité,
verdes
tumbas saqueadas.
PERO
no callo por miedo
a
esos zumbaos
que
se beben la sangre
de
todos los caídos.
Callo
(si es que callo)
porque
no hay nada que decir,
nada
que ocultar tras tanto tiempo
dando
tumbos, tumbos, tumbos,
tantos
tumbos.
SI
en tu espalda corre el fuego
y
en las plazas no encuentras tu salario,
ni
la niebla ni este mar, aquellos tipos,
un
tipejo, la tormenta, el mascarón,
ese
mamón, sus gabardinas, la piedad,
tra-la-la-rá,
el rey de picas, las pavesas,
oh
tristeza, EZEQUIEL, abrázame,
¿por
qué estos humos so cabrón?,
si
a lo mejor, me moriré,
me
moriré, me moriré, si no estoy ya
muerta
y bien muerta.
ESTABA
todo en paz,
el
folio en blanco
y
la lluvia triste
escupía
en la ventana.
Había
encendido un cigarrillo
me
había tomado un buche,
sólo
un buche de café.
¿A
qué esperabas, te dije,
pa
ponerme mirando pa gerona,
pa
enterrar en mí tu savia negra?
He
huido en otros trenes,
me
he roto en otros cuerpos,
y
es mentira el mundo.
razón
de un cuerpo
¿A
qué esos morros
de
no estar donde debieras,
de
apostar por lo perdido,
de
dar lo que no tienes
ni
tendrás por más que vivas?
¿Es
que piensas que esos mendas
han
llegado sin pagar,
sin
venderse a un mal furrier
por
un quiqui entre los sacos?
NO
eres la mejor por haber perdido siempre
o
por perderlo todo.
Ni
más justa, ni más chachi ni más nada,
apréndelo.
Si
acaso más estúpida y más mema
por
dejar que esos pringaos
se
vuelvan de rositas a sus nubes
después
de ver multiplicado
tu
coño en los espejos.
DESGRACIA
a
Heladio, camellero en el desierto
Hacer
las cosas mal, sin propósito de enmienda,
sin
que te tiemble en pulso, vamos.
Todo
mal.
Levantar
una casa en un peñasco
para
que no duermas tranquila en esa casa.
Que
en cada tempestad algo se caiga,
no
soporte, se destruya.
Hacer
las cosas mal,
tener
el valor de hacerlas mal.
Dejar
clavos en el suelo y cristales en los ojos.
Pero
que quepas, que quepas tú
aunque
no duermas.
Que
quepas, que no haya
día
que no pienses
que
estás a punto de palmar,
de
irte al otro barrio,
que
ya nadie te pueda librar de la desgracia.
IN
MEMORIAM M. R.
¿Joderte?
¿Para qué? Eres ya un muerto,
una
piltrafa y tú lo sabes. ¿Si quiero más?
No,
no quiero más, estoy cascada.
Hablabas
de la muerte
de
los dos, pero cariño, yo estoy viva,
podrida
pero viva,
el
muerto lo eres tú
y
así le sirvas de papeo
a
sus caniches.
EXTRANJERA,
ya, como los cuervos,
como
esos chuchos que duermen en los puentes.
Para
follar cualquiera es buena, Mademoiselle,
con
tener el culo a punto vas que flipas:
Lo
dejas entallado entre las vías
y
a esperar, esperar
que
pasen talgos.
HAMLET
El
menda venga a dar con la bocina,
la
peña como loca por Las Ramblas.
Onofre
viene a preguntar
si
llevo encima. ¿Esa gente de qué va,
tanto
trajín, tantas banderas?
¡Joder!,
¿es que alucinas?
Cinco,
tronco, a dinamarca.
HOY
parece usado el mar,
como
la estampa
que
guardo en el bolsillo,
usados
esos buques que la bruma
vuelve
muebles, ramas, cuerdas.
Mientras
las barandas brillen
y
los niños corran por sus tablas,
todo
será bueno. Pero es mejor acostumbrarse
cuanto
antes al vicio de la herrumbre,
a
las jeringas, al vaivén del oleaje,
hasta
ver aparecer al barrenero
y
el mar recobre entonces
lo
que es suyo.
TE
quieren muerta, fiel, hecha unos zorros
y
se acercan a ti para obtener consuelo
pasta
o servidumbre.
Atraviesan
los tabiques
y
con humos te tantean.
Déjalos
que paguen y se larguen,
que
cuenten luego a los demás
lo
bien que te lo montas.
En
un negocio que comienza
es
importante el boca a boca,
los
detalles.
ESE
rostro de luna espatarrada
me
enganchó:
huí
calle abajo vestida de lolita:
las
bragas desde todos los balcones
me
seguían como cepos o banderas
puestos
a secar de los balcones.
El
olor del muelle me cegó.
Lo
seguí, dispuesta a todo,
leoparda
detrás de una gacela.
SI
al menos llegase cargado de promesas
diciendo
que Dios lo ha tuteado,
que
deja los pinchazos y a esa bruja brasileira,
igual
me armo de coraje y no lo hago.
De
momento,
y
por si acaso, se lo he dicho
al
colega de una agencia. Sin problemas.
Me
ha contado que en Milán las españolas
son
la hostia. Ya ves, amor, tengo mis planes.
SÓLO
quisiera que la vida
fuese
tan justa con vosotros
como
justos habéis sido conmigo,
pero
no, el rencor mío
no
es tan grande ni tan ciego:
me
conformo, pues, con la mitad,
con
la mitad, ¡mirad qué poco!
PUDO
ser ayer o hace un verano,
en
una tarde de esas tontas
cuando
andaba a saltos de los trenes
o
bebía ron con esos guiris.
Pero
no, te empeñas en venir
justo
a esta hora,
cuando
no llueve ni hace frío,
y
estoy triste, y ya no tengo
ganas
de abrir mi sangre a nadie.
En
fin, es justo ahora,
con
la olla por los suelos,
y
unas ganas de morirme
a
cualquier precio, cuando escucho
tus
pasos en la hierba,
y
llamas, llamas... ¡dios!,
y
corro a abrirte.
SUEÑO
Asoma
la cabeza el pajarraco,
hace
polvo los cristales
y
se posa en la mesilla.
Te
pide como siempre servidumbre
y
tú, que temes perder todo
si
no ofreces algo que lo calme hasta mañana,
le
entregas tu parné, tus venas,
tus
sostenes y a cambio deja en ti
todos
sus huevos, el frío de una piedra
al
despedirse.
ACABARÁS
huyendo en un furgón
perseguida
por perros y por moscas.
Seguirás
el rastro que dejan los peleles
y
a quien venga las sábanas lavadas,
los
globos nuevecitos.
HAY
noches en que llaga la cosa esta del río,
lo
sientes como sientes que eres joven,
te
preparas un café y el río sigue y sigue.
La
noche deja en la ventana una luz calva,
un
olor a engrudo y sólo queda el río,
ese
río de peces asustados.
TODO
LO PERDÍ
Perdí
una noche de amor en Casablanca,
un
reino perdí y perdí el limbo,
la
apuesta de nadar a corazón abierto,
perdí
la noche, un autobús, perdí la vida
como
se pierde un bolso en un atraco.
Perdí
el gusto por el vómito y la luz,
perdí
en la playa una estocada.
Perdí
una guerra,
el
alma, el número de un móvil,
la
fe en las cosas que me importan.
Perdí
los ojos, la juventud perdí
en
un mal sueño.
Todo
lo perdí. Lo que he ganado.
CUESTIÓN
DE FE
Voy
a Sans sólo por ver los galeones
que
parten para Córdoba o Asturias.
Hoy
no pudo ser, pero alguna vez me iré con ellos,
lo
juro como hay Dios, me iré con ellos.
CON
un pie donde las malvas,
con
la risa patizamba por los charcos,
en
esta tarde tibia y verde
que
amarga como un sueño en las encías,
sé
que volveré. Cargada de legañas
y
de vino, podrida como un perro en un pinar,
alumbrada
por el asco y la desidia
volveré,
quedad, quedad con dios.
1 comentarios:
A mi modesto entender, "La posesión del humo" es un libro rupturista e innovador, de esos que suelen caracterizarse como "un antes y un después", en este caso en la poesía española de los ochenta. Lo es porque rompe con el lenguaje poético anterior y hasta con el generacional, como lo es por los temas y su tratamiento decididamente provocador respecto al estatus imperante. Un libro que quizá no fue justamente entendido en su momento, pero que habrá de ir creciendo con el paso del tiempo hasta ocupar el lugar que le corresponde. Y todo ello por su voluntad decididamente rupturista y provocadora, subvertidora, diría yo. Un libro que sigue levantando ampollas.
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