Despedida

DESPEDIDA (poema original)

Nota previa:
Esta noche he tenido una experiencia extraordinaria. Soñaba, no con un poema, sino con la historia de una tradición poética, según la cual un poeta perdido de una lengua perdida habría escrito un poema extraño y hermoso y a partir de ahí nacía una literatura, una modestísima tradición poética que perdura a través de los
siglos. Lo singular del sueño era que, durante siglos, los poetas de esa lengua no hicieron sino versionar ese poema único, utilizando los mismos elementos, pero restringiéndolos a unas pocas invariables palabras (9) que se repiten en cada nuevo poema durante un número invariable de versos (9). No tuve otro remedio que,
preso de un hormigueo interior, en un semisueño, levantarme y escribir de una tacada cinco versiones en el primer papel que me encontré. Escribí de corrido, casi cabalgando entre los versos. Luego, acabadas las versiones que llenaban la hoja, volví a la cama y apenas puse la cabeza en la almohada, me quedé dormido. Por la mañana, imbuido aún por el espíritu del poema, escribí las cinco versiones siguientes y la nota previa. No creo asombrar a nadie si confieso que jamás había experimentado nada remotamente similar.

Manuel moya, fuenteheridos, 2016


                    1
Muchacho, ¿ya has subido a ese caballo
que te llevará a la frontera?
Corre, pues sólo los que dudan se pierden en la noche.
Toma el carcaj de tu padre y ruega a los astros
que la hora exacta se cumpla.
Piensa que una simple mariposa cruza todas las fronteras.
Para ella el día es demasiado grande,
pues todo cabe en él,
desde el nacimiento a la muerte.

                                    Ialam Gôzh


                    2
Muchacho, enjaeza tu caballo si es que quieres
pasar esta noche la frontera.
Sólo el temeroso evita los prados de la noche.
No te olvides del carcaj, pues así tu padre irá contigo,
y pide a las estrellas la certeza del sendero.
Pase lo que pase, haz como la mariposa,
que aquí y allá va oliendo todas las flores
sin importarle que sólo exista un día,
el del nacimiento, el de la muerte.

                        autor anónimo

 

 

                    3
Muchacho, no te tardes, monta en tu caballo.
Sólo los valientes cruzan sin dudar la noche.
Lleva tu carcaj, pues fue de tu padre,
y así también él irá contigo.
Pide a las estrellas que no yerren tu propósito
y cruza las praderas, como esa mariposa
que sin saber a dónde va,
se detiene en cada flor, aun cuando sólo tenga un día
para entender el mundo.

                    Kashch Bakht

 

 

                    4
Muchacho, a qué esperas. Tu caballo está presto. ¿No lo escuchas?
No son para el perezoso o el cobarde los prados de la noche.
El carcaj de tu padre nunca pierdas, pues fue suyo
y ha de seguir siendo de tus hijos.
Nunca pierdas la esperanza o la fe en el camino.
Cuando dudes, serán las estrellas las que te marquen el rumbo.
Las mariposas deambulan por los campos en flor.
Se detienen en una, en otra. Saben ellas que la vida es corta
y de flor en flor van con infinito sosiego.

                    Hidayat Sâht

 

                    5
Muchacho, toma el carcaj y el caballo.
Cruza la noche, que será tu aliada,
como lo serán las estrellas.
Piensa en la frágil mariposa.
¿Conoces alguna frontera que se le resista?
Breve para ella es el día,
pues lo pasa entre las flores.
Grande o pequeño,
no hay más que lo que hay.

                    Hai Zarghön



                    6
Muchacho. Este es el caballo
que galopará contigo a la frontera.
La noche te será propicia
como propicias han de ser para ti las estrellas.
Aunque no esté, recuerda a tu padre
y toma su carcaj.
Ofrece cada flor su destino a la mariposa,
que aparentemente vuela sin provecho
pero con solo pasar da nueva vida al valle.

                Zubaydat Zarq


                    7
Muchacho.
Monta ese caballo
y, presto, dirígete a la frontera.
Sin temor a la noche oriéntate en las estrellas.
No olvides quién fue tu padre
y siente en el carcaj que su muerte no fue en vano.
Una mariposa recorre los caminos y los prados
y sin saber cruza la frontera. Breve es su día,
como lo son las flores.

                    Wang Shifu

 

 

                    8


A qué esperas, muchacho.
Toma tu caballo y tu carcaj
y sigue el sendero que tracen para ti las estrellas.
No te despidas de tu padre, pues él te seguirá
más allá de la frontera,
como la mariposa sigue
el camino de las flores
mientras exista el día
y no llegue la noche.

                    Fait Rahimi


                    9
 

Oh muchacho,
¿qué es eso de subir a tu caballo
y acudir a la frontera?
¿Ha llegado acaso la noche?
¿Dejaron las mariposas de ir de flor en flor?,
¿dejaron los caminos de anunciar la vida
con su carcaj de plata?
¿Es que dejarán de lucir esta noche las estrellas?
¿No desciendes acaso de tu padre?

                        Shekib Sâtar


                    10


Muchacho,
breve será la noche y el día se alzará
en cuanto de vuelta cruces la frontera.
Mientras, toma el carcaj
que fuera de tu padre
y, cual mariposa,
ve recorriendo los prados de flor en flor,
como lo recorren las estrellas
en sus caballos de plata.

                    Majnil Moish

 

 

 

                   11


Abandona, muchacho, tu fe en las fronteras
y observa la noche y el día.
¿Acaso en ellos hay fronteras?
¿Y en las estrellas y en la mariposa
que va de flor en flor?
Al caballo sólo lo detiene la flecha
salida de un carcaj. Olvida a tu padre,
no pudo su arco dar sujeción al mundo.

                    Faith Korëh

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