EL REGRESO

Mis muy queridos lectores. Gracias mil por haber mantenido este blog en su pura llama viva, mientras yo me venteaba bajo los cielos algo taciturnos de Amsterdam y Brabante.

Ahora quiero contestar vuestros comentarios de uno en uno:

Mi muy esti(g)ma(tiza)do Ignacio. Entiendo sus cuitas, pero consuélese, yo también suelo improvisar sublimes bulerías por los muelles de mis desvaríos, cuando ciertas gotas espirituosas o humos inverecundos se deslizan por mis neuronas. Usted se queja de la insoportable soledad del cantador o payador solitario. ¡Si yo le contara! Si le parece podemos acompasar y cuitar nuestros mutuos corazones dando barquinadas corales por los cais lisboetas o, si se diera el caso, por las muelles ruas sevillanas que no dan al mar, pero que parecen mantener el troppo mare en sus adentros. Nuestros corazones vivirán más si cantan al unísono, como adelanta el papelito lisboeta. Ya está dicho.
Querido Rui: sepa que sus notae bruselensis me han valido de mucho por esas campavías brabantinas. Eso y las cervezas que he encontrado excelentes y caras, muy caras, pero excelentes. He echado de menos un libro suyo por las ilusas tierras del tulipán orangino. ¿Tendremos alguna vez esa suerte? Un  comentario: no sé si me comprenderá, pero esperaba encontrar en Flandes más flamenquitos y sólo me encontré con flanders de blondas cabezas, como que son más decolorados y espigadotes de lo que uno hubiera esperado en un flamenco de pura cepa. Creo que en ellos no ha penetrado todavía el misterio dramático de la seguiriya, aunque lo suplen la mar de bien con el chocolate y las biers bruins o como se diga. Por cierto que la parroquia afecta a la Comunidad Europea se lo montaba de escándalo en la Plaza Luxemburg o en la de Londres.
Querida Concha: Gracias por tus palabras de ánimo para el viaje. Lo hemos pasado muy bien por esas tierras del Benelux, allá donde la gente en vez de caminar parece disponer de dos ruedas muy muy parecidas a las de nuestras bicicletas. Creo que son naturales, pero tendré que preguntárselo a Rui, a ver si él con sus latines me aclara el misterio.
Querida Arme, no hemos salido de AmstXXX. La ciudad nos ha soprendido tanto y para tan bien, que al final decididmos otorgarle todo su tiempo. Hubiera hecho falta más, porque justo cuando ya el vuelo aparece en las pantallas es cuando empiezas a cogerle el rollo, pero esa es otra. En otra ocasión saldremos a ver quesos, canales, vacas y molinos, que de todo hay en la Bajas Tierras del señor. Todo olía a grifa recién aliñada y no sé si era por eso pero la gente parecía sonriente y relajada. Uno comprende Amsterdam a través de Spinoza y a Spinozza vía Amsterdam. ¿Fumaba Spinoza? Supongo que no, pero que algún consuelo espiritual y libertario encontrabaa en sus visitas a barrio Rojo.

Ida, niña, llevas razón. Amsterdam es la patria de muchas cosas, pero yo me quedo con las bicicletas y las pecas. Mira, con tan solo eso podría vivir aunque no te digo yo que no bajara de cuando en cuando a ese territorio anfibio de los coffe-shops, donde uno espera la llegada de Atila, el rey de las Barbados.

África, niña,
gracias por ser la primera en romper el hielo. Promete ese comienzo de La sonrisa de Sara Mar. A mí me ha dejado con ganas de seguir leyendo.

Igual un día de estos escribo sobre el viaje. No lo prometo, pero queda la cosa en el aire, Vale?

5 comentarios:

ARME dijo...

Bienvenidos, piratas!!! Aquí os envío un enlace a una popular canción: "Bloemetjes in de Jordaan" sobre el barrio de Jordan en Amsterdam. Cantan Johnny Jordaan y Tante Leen, que vienen a ser como Juanito valderrama y Dolores Abril, todo muy hortera, pero encantadoramente jovial: http://www.youtube.com/watch?v=FjSGzW2IjLg

Disfrutad del descanso. Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

¡Bienvenido!
Sea Vd. tío Menué de vuelta a egte terruño andalú, me alegra que haya tenío guen viaje de ida, guena egtancia en la tierra de log tulipane y guen viaje de regreso a egta serranía ya carente de pan y otrag necesiaes de tipo curturaligta; aunque tonto no somo, no. Aquí, y Vd. lo sabe bien, creemo que no hay arfabeto mag perfecto que el de lag egtrella al raso ni intelecto o como se llame mag verá que el que el del que silva, sereno y firme, al rebaño de borrega pa que no se leg degperdigue por el monte. Aquí, y vd. igualito lo sabe, lo primario eg lo auténtico y natura, como la CRUZCAMPO, ¿ así que cómo eg que que er tío Manué se haya tomao esas birras extranjeras y ademág tan carísmas. No sé, no sé... Aunque de toas formas sepa Vd. que le aprecio de lo lindo y que me alegro ¡coño! de que se refregcara aunque fuese con esas birras-pijas del carajo.

Jóse

Anónimo dijo...

ougpla¡Qué RICAS cervezas holandesas! y ¡qué POBRE debate el de la gente de derechas! que nos quieren prohibir a los progresistas el derecho al consumo por consumo. Nosotros (según ellos)no tenemos derecho a una buena casa, un buen coche, una mariscada y seguro que tampoco a unas buenas cervezas. Son tan totalitarios e insolidarios que todo lo bueno lo quieren para ellos.
Pero ¡ojo!, puede que sin tener razón esos derechones, nosotros desde una perspectiva de izquierda nos tengamos que autocensurar algunos dispendios que vistos en otros nos pueden resultar inmoral, no ya por la dichosa moral en sí, sino por simple solidaridad con el que tenga menos que nosotros.
Ya sé, Manuel, que solo han sido unas birras, pero las cervezas ayudan a tragar ese marisco que hemos tomado en un restaurante exclusivo al que hemos llegado en nuestro coche de gran lujo que lo teníamos aparcado en el garaje de nuestra mansión junto a la orilla del mar, que nos es tu caso, pero...

Ignacio, Rui y Alípio dijo...

Nos alegramos que esté ya de regreso y que el viaje haya sido provechoso.
Atentamente,

MANUEL MOYA dijo...

Mis queridos comentaristas: gracias una vez más por vuestro aliento. Veo que ponéis el grifo en las birras y hacéis bien, qué carajo, que por estos pagos hace una caló de morirse y unas modestas birras sientan aquí, tanto o más que unas birras trapenses acullá. Dejadme, sin embargo, que diga algo que viene al caso. En estos años nos han estado aplicando por estos pagos la receta de la rebaja de los costos laborales (las bajadas de sueldos, menores retribuciones por despido y otras expectativas, joder) y el chirnguito como que se ha venido abajo. En Bélgica y Holanda la gente obtiene sueldos muchos más altos, hay muchísimo más empleo, precios más altos y por tanto mucho más consumo... lo cual nos hace comprobar una vez más que la receta aplicada a nosotros y aceptada por nuestros brillantes gobernantes, es un craso error, cuando no un craso horror del que tardaremos en levantarnos.