CASPA

CONSIDERACIONES DE UN IDIOTA
LA CASPA
Pablo Iglesias habla últimamente de la casta. Acaso se trate de una errata y donde él dice casta yo advierto que a veces quisiera decir caspa. La casta es algo abominable, pero la caspa acaba por ser vomitiva. Ciertamente quienes nos han gobernado han sido mayormente unos tipos que han atado y bien atados sus reales, que nos han mangoneado a base de bien, que se han pasado por el forro y en provecho propio la rígida moralidad que parecían imponer a los demás, y que mayormente lo han atado todo para irse de rositas a través, tantas veces, de puertas y ventanas giratorias de muy diversa índole. Eso es la casta, creo yo, esa panda de trileros a la que alude PI. Contra la casta caben elecciones y manifas. Contra la casta uno puede salir a la calle a estropearles el día o el peinado.

Contra la caspa los ciudadanos estamos indefensos. Nada se ha inventado contra ellos. Porque la caspa es un colectivo que va íntimamente ligado a la casta y que le sirve de suelo intelectual: la caspa la constituyen estos tipejos investidos de razón, parapetados en esos castillos de la razón que son los mass media, esos tipejos que nos advierten de populismos, porque del pueblo no se puede esperar nada bueno; la caspa se concentra en esos que enarbolan la bandera de la sensatez y el seny para doblegar y birlar las razones a los pisoteados, a los ilusos y a los descontentos; la caspa la integran los voceros y palmeros biempagados de un status quo que los alimenta y les da una visibilidad que intelectualmente jamás tendrían; en la caspa se reúnen aquéllos que hablan de resignación y transmiten conceptos como que la aristocracia y la desigualdad son los motores de cualquier sociedad desarrollada, que en el Estado reside el monopolio de la violencia, que las leyes y las constituciones están para cumplirlas, cuando hay tantas cosas en las constituciones y las leyes que la casta no cumple ni de lejos; en la caspa campan los misioneros que inculcan lo inamovible y lo innegociable, el vade retro, ya se trate de la unidad nacional, la nacionalización bancaria o energética, la abolición de los paraísos fiscales, cualquier signo de libertad individual, o los cambios constitucionales. La caspa, por resumir, son los que le hacen el trabajo sucio a la casta, los sicarios intelectuales, los transmisores de la enfermedad del quietismo, de la muerte civil, de la amnesia colectiva, de la resignación. Los perros de sus amos. Ésos.


FRASES DE LA LUNA

Quien no duda en descalificarse a sí mismo, difícilmente puede calificar a los demás.

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Contestación a un seguidor del genocidio palestino en Gaza.

No sería yo quien le diera a usted un arma. Enseguida buscaría razones para utilizarla.

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