AY PARIS PARIS

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LOS ATENTADOS EN PARÍS

I

ÁMBITOS

Una vez más la religión ha golpeado sobre vidas humanas. Hoy nos quejaremos de los radicales islamitas con tanta razón como antes podríamos haberlo hecho de los radicales católicos. La religión -mucho más que la sexualidad- pertenece al ámbito de lo personal y lo privado. La relación del individuo con Dios, con Jehová, con la Naturaleza, con lo Supremo o con la Nada y el Vacío es algo que pertenece al ámbito de lo íntimo, una cuestión absolutamente íntima y privada, porque si existe comunión con lo sagrado ésta sólo puede establecerse a través de uno mismo. Hemos socializado lo que es esencialmente privado y de ahí, todo este y aquel sindiós. Hace tiempo que los occidentales apostamos por el laicismo, y por la separación de Iglesia y Estado pero sin embargo se sigue permitiendo y auspiciando el culto social, o la socialización del culto. ¿Con qué vamos a combatir hoy a los musulmanes histéricos, a esa sarta de imbéciles que anteponen su alá a su condición humana, si nosotros damos a nuestros hijos clases de religión, y nuestros impuestos van a parar a la religión y nos sentimos continuamente extorsionados por el poder religioso? Hemos perdido la guerra. Nos toca sufrir. Mi dolor para las víctimas, pasadas, presentes y futuras.


II

 
LA FE PRODUCE MONSTRUOS


Otra reflexión sobre los atentados: el cristianismo fue bastante burro durante bastante tiempo. Morir mediante la fe o a pesar de la fe fue moneda corriente... hasta que se articuló una sociedad laica. Bien es cierto que el laicismo no nos ha privado de horrores (sólo habrá que echar mano a las dos guerras mundiales del XX o a las guerras del XIX), pero eso es otro discurso. El problema del Islam es que no tiene un pensamiento laico o crítico que amortigüe o neutralice a estos fe-roces. Averroes queda a mil años luz. El Islam no ha dado aún el paso hacia el pensamiento crítico. La fe -entendida "en este caso" como la demonización y no la crítica de cualquier otro tipo de pensamientos o sentimientos- anula el pensamiento y produce monstruos. Es imposible luchar contra esta fe, pero es posible articular un pensamiento musulmán que ahogue esta fe monstruosa. Llevará su tiempo, pero es ABSOLUTAMENTE NECESARIO. Con bombas, discursitos vacíos, represión o atacando la libertad de los ciudadanos no vamos a conseguir apaciguar los monstruos de la fe. Otra cosa es que, aprovechando que el Pisuerga, pasa por la Manga del Mar Menor, apacigüemos a los aterrorizados ciudadanos, lo cual es, como se saben, una cosa bien distinta.

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