COCODRILO

La vida continúa. Las nubes se agolpan sobre los tejados. Son nubes escapadas de algún cuaderno infantil. El caso es que dan a la mañana un aire triste, silencioso, de cuaderno abandonado. ¿Conocen algo más tremendamente triste que un cuaderno infantil abandonado ("VENDO ZAPATOS DE NIÑO SIN ESTRENAR" Don Ernst dixit). Hoy, al acercarme a la puerta trasera, me ha parecido ver algo acolchado durmiendo plácidamente en el suelo. Podría ser un pequeño cocodrilo. Alguien alguna vez me mandará vía correo un cocodrilo? He atravesado la oscuridad y lo he alzado. No eran cocodrilos, sino pirañas. Uyyyyyy. Decenas de pirañas. Dentro del acolchado estaba el esperado Mar de pirañas, la antología de micros de Fernando Valls. El género del microrrelato es fundamentalmente un género fronterizo y de una capacidad autorregenerativa prodigiosa. No creo que exista en la actualidad un género con mayores posibilidades, es decir, con menos limitaciones. Los microrrelatistas estamos condenados -bendita condena, por cierto- a experimentar. es lo que tiene la adolescencia. No se trata sólo de contar buenas historias, que sí, naturalmente, sino también de colocar el foco formal y conceptual en lugares inéditos o al menos umbríos, con cierta necesidad de luz. En el micro entra casi todo, desde la publicidad, hasta el ensayo dramático, desde el cuento hasta el poema. Fernando Valls, como Irene Sánchez o José María Merino, por poner tres nombres relevantes en la evolución del género, llevan años dedicando un ingente esfuerzo en acotar, limpiar y dar esplendor a una expresión que si bien  ha tenido cultivadores de alcurnia (pensemos en gente como Borges, Cortázar, JRJ, Galeano, Monterroso, De la Serna, o Max Aub), bien es cierto que ha sido durante los últimos veinticinco años cuando no sólo ha experimentado un auge importante, sino que ha presentado sus credenciales artísticas y creado sus señas de identidad. El microrrelato ha llegado y como todo nuevo género que se precie, está creando su propia "etiología" y su propio ecosistema. No he metido mano todavía en las páginas de Mar de pirañas, pero les aseguro que lo haré hoy mismo. Cierro con la nómina, que siempre sirve de ayuda. Entre ellos están mis admirados Lara Moreno, Paco Silvera, Elvira Navarro, Zapata, Olgoso o mi casi tocayo Manuel Moyano. Echo de menos, claro, a mi admirado Ricardo Reques.


Rubén Abella | Pilar Adón | Ricardo Álamo | Carlos Almira | Rosana Alonso | Beatriz Alonso Aranzábal | Antonio Báez | María José Barrios | Felipe Benítez Reyes | Javier Bermúdez López | Eduardo Berti |Gabriel de Biurrun | Miguel Ángel Cáliz | Susana Camps | Matías Candeira | Carlos Castán | Luisa Castro | Flavia Company | Alberto Corujo | Ginés S. Cutillas | Antonio Dafos | Jesús Esnaola | Manuel Espada | Óscar Esquivias | Araceli Esteves | Federico Fuentes Guzmán | José Alberto García Avilés | Isabel González | Juan Gracia Armendáriz | Cristina Grande | Almudena Grandes | Carmela Greciet | Andrés Ibáñez | Miguel Ibáñez | Fernando Iwasaki | Fermín López Costero | Ignacio Martínez de Pisón | Agustín Martínez Valderrama | Isabel Mellado | Inés Mendoza | Nuria Mendoza| Lara Moreno | Paz Monserrat Revillo | Manuel Moya | Manuel Moyano | Juan Jacinto Muñoz Rengel | Elvira Navarro | Hipólito G. Navarro | Andrés Neuman | Ángel Olgoso | Álex Oviedo | Antonio Pomet | Gemma Pellicer | Ángeles Prieto Barba | Javier Puche | Loli Rivas | Anelio Rodríguez Concepción | Rocío Romero | María Paz Ruiz Gil | Javier Sáez de Ibarra | Raúl Sánchez Quiles | Antonio Serrano Cueto | Francisco Silvera | Iván Teruel | Eloy Tizón | Pedro Ugarte | Iván Zaldúa | Ángel Zapata | Miguel Á. Zapata ||    :


Eso y que hace frío, y que desde hace días siento una extrañeza de los güesos, que va pasando la vida y a mí me suele coger... sentado.

Hoy lo dejo con los dos micros míos que aparecen en este mar. Antes se publicaron en la nave de los locos. Son claro, de Caza mayor, como casi todos los que hemos ido publicando en este blog.

 
LA MISMA FECHA
 
Fue la misma fecha en la que Pablo te amenazó con que si delatabas a aquellos polis verías su corazón ante tu puerta. La misma fecha en la que aparecieron los tipos con la moto y amenazaron con incendiar tu casa si seguías en tus trece. La misma fecha en la que yo te dije, chica, lo mejor es que te olvides de todo y te vengas conmigo y tú me respondiste, aguantaré, aguantaré, aunque sea lo último que haga en mi vida, y yo te contesté casi en broma, no, si va a ser verdad que será a mí a quien le toque enterrarte. La misma fecha, ¿recuerdas?, y ya ves lo sutil y preciso que ha acabado siendo el destino.
 
 
SERPIENTE DE CASCABEL
a Rocío y Rey
Fue el mismo día que mi esposo, muy de mañana, me telefoneó diciendo que debía llamar cuanto antes a su papá para que me diera el dinero del rescate, porque de lo contr... y ahí se le entrecortó la voz. El mismo día que viendo despuntar la luna, aparecieron los tipos con el fueraborda y, tras negarme a entregárselo todo, amenazaron con cortarle el cuello a mi esposo antes de la media noche. El mismo día y la misma noche que yo te dije, chico, con esto tú y yo podríamos largarnos muy muy lejos de aquí, y tú me respondiste que si por un casual no estaría pensando en comprar la casita que vimos en aquella playa solitaria del Bósforo y yo te contesté, mientras te iba comiendo por todas toditas las partes, chico, me lo dice el corazón, de aquí a poco me convertiré en tu serpiente de cascabel y te tragaré entero, entero. El mismo día, ¿recuerdas? Y todo, zzshiiiiii, zzshiiiiii, todo se ha ido cumpliendo.
 



 

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