
Tengo unos membrillos sobre la mesa. Su penetrante olor satura el ambiente. Afuera hace rato que ya ha anochecido. Anochece deprisa. Una chica se baja de su coche y al volver se ve sentada al volante. La misma chica que está sentada al volante ve cómo ella misma se dirige hacia el coche, llave en mano. Ocurren estas cosas. A mí me ocurre eso de perderme en una ciudad (Sevilla es maravillosa para eso) para deambular durante horas hasta que, zas, me topo con un lugar conocido. Es como si de pronto saliera de un laberinto o de un sueño. He tenido que pasar por cientos de lugares conocidos, pero sólo al cabo de varias horas, zas, consigo dar conmigo. La vida no es sota, caballo y rey. Escapamos. ¿Nunca has ido por la calle que pisas todos los días y al advertir un brillo, al desviarte un ruido, te encuentras con un paisaje desconocido, familiar y a la vez novedoso y por un instante crees despertar? Estas cosas ocurren. Estas cosas me ocurren. Uno se pasa casi todo el día durmiendo hasta que, zas, algo lo hace despertar. En realidad nos pasamos mucho más de media vida en estado vegetativo, en un cierto tono cataléptico. Cuando al fin despertamos nos damos cuenta de que estamos vivos, de que tenemos una vida por detrás e, ¡importante anónima amiga!, una vida por delante. Claro que hay gente que ni siquiera pasa por estos estados. Mueren definitiva, absolutamente desde que nacen. Pasan, como diría mi madre, sin lucir ni aprovechar por este mundo. Sombras, meras sombras que ondean al viento, que fulgen durante un instante para perderse luego, como estrellas errantes.
Y mañana huelga. Mañana todos en casa, para decirle a este gobierno que ya basta de hacer recaer sobre las capas productivas de la sociedad todo el peso de la recesión.
Ya cada vez se me hace más difícil insertar micros inéditos. Este es uno de ellos. Tiene su aquello, qeu decimos pro estas tierras.
EL MISMO DÍA (VERSI
ÓN COUNTRY)

El mismo d
ía que esos dos se robaron el chevrolet del 56 y se largaron a un hostal de Pinal en pleno desierto de Arizona. El mismo d
ía que en el desierto de Arizona, el viejo Louis se encontr
ó el cad
áver de dos adolescentes (los test
ículos de
él aparecieron cortados y se ve
ía que alguien se los habr
ía echado a los chacales) y lo denunci
ó al sheriff del condado de Pinal (Arizona). El mismo d
ía que el sheriff de Pinal, Keith Rodr
íguez, en la cama de la se
ñora Patty, se prometi
ó sacarle los ojos a ese viejo que lo interrumpi
ó para decirle que hab
ía encontrado a dos individuos baleados a tres kil
ómetros del pueblo. El mismo d
ía que en ese pueblo, el ex de Sienna y John pidieron albergue en el Hostal Patty. El mismo d
ía que en el Hostal Patty, Enma se sac
ó su propio coraz
ón ante nosotros dos. El mismo d
ía que nosotros dos, bueno, en fin, para qu
é seguir, despu
és de escuchar a Enma... El mismo d
ía que Enma prometi
ó que si John no la dejaba, iba a sacarse el coraz
ón ante nosotros dos. El mismo d
ía que nosotros dos llamamos tan asustados a John. El mismo d
ía que John, cort
ándonos de mala manera, acab
ó por echarse en los brazos de esa v
íbora de Sienna, justo el mismo d
ía que apareci
ó el ex de Sienna y amenaz
ó con echar los test
ículos de John a los chacales. El mismo d
ía que soltamos t
ú y yo a los chacales, por seguirle la broma al ex de Sienna. El mismo d
ía que el ex de Sienna, se encontr
ó con Enma cuando estaba a punto... y ambos decidieron que esos dos se iban a enterar. El mismo d
ía que esos dos se robaron el chevrolet del 56 y se largaron a un hostal de Pinal en pleno desierto de Arizona.
2 comentarios:
Me gusta mucho la estructura. El modo de hacer avanzar el relato a partir del mismo inicio de frase, de repetirlo, hasta conseguir cerrar el círculo. Lo dicho: me gusta mucho.
Gracias, Víctor, por tu generosidad. Quise hacer un relato enteramente circular, donde cualquier lector pudiera comenzarlo por cualquier punto. Se puede comprobar. Trataba de ser un relato obsesivo que girara sobre sí mismo, que se retroalimentara y que de alguna forma, siguiendo a los griegos, tratara sobre el destino, sobre las urdimbres del destino. Normalmente en cada relato me propongo algún reto formal o conceptual de este tipo. Fracasar es, claro, parte del camino. Me alegro de que te guste.
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