BORRICOS

Hoy ha  salido el sol. Vale, sigue haciendo frío, pero es un gustazo ver el cielo azul del mediodía. Estos días anteriores ha llovido el manso. Los pantanos están a tope. Los árboles ya tienen reservas. Ahora, cuando pienso en la lluvia, pienso en los árboles, en toda esa savia nueva que en poco tiempo va a subir por esos troncos arriba, guauuuu! En fin, este año tendremos árboles sanos y altos.

Querría agradeceros desde estas modestas páginas las felicitaciones que me han llegado de vosotros, amigos mío, por el premio machadiano que me concedieron el otro día en Sevilla. Gracias de verdad a todos. Habremvs libro para el mes de mayo, cuando llega la caló. Apuntes del natural. Ya hasta tenemos portada. Hoy mismo me la han mandado y hoy mismo la coloco aquí para que la veáis, vale? No lo contéis a nadie lo de la portada, que debiera quedar en secreto hasta dentro de un par de meses. Shisssssst.

Bueno, lo de ayer en un juzgado no sé si de Madrid o de Barcelona es que no tiene nombre. Hace un par de años un pobre mendigo fue pisoteado, vapuleado, vejado etc... por un quinteto de niñatos hijos de puta que no tiene mejor diversión que ir por los cajeros castigando a los mendigos y a los seres indefensos. El caso es que le dieron una señora paliza al pobre mendigo, que quedó con secuelas. Pues bien, el abogado de alguno de estos "cabrones-hijos de puta" vino ayer a decir poco más o menos que los mendigos debieran ser extirpados de la sociedad, que debieran ser recluidos o que sé yo. Eugenesia pura y dura. Mientras tanto, supongo que se conforma con estos actos de castigo o de "justicia social". Cazar al mendigo para este carcamal debiera tener consideración de deporte subvencionado. Tipos así sencillamente me dan asco, pero aún me dan más asco esos niñatos que no han hecho nada de provecho en la vida y se creen con la potestad de atentar contra estos pobres seres a los que la vida ya les ha vapuleado lo suficiente. Dónde carajo tienen la cabeza estos hijos de la gran puta. Tal vez en la cartera de sus padres. Pobres borricos.




ESBIRROS

El hombre que cada noche duerme en el portal, hoy lo he sabido, no es más que un contratado del ayuntamiento. Rodeado de cartones, de un escobón, de un carrito construido a base de despojos y apestando como una bodega, ese tipo no es más que un maldito contratado gracias a las oscuras ordenanzas municipales. ¿Merezco algo así? ¿Por qué nos trata como a imbéciles el ayuntamiento? ¿Creían que no me iba a acabar enterando? Todo, todo encaja. A mí no me la dan. Puedo parecer estúpido, pero a mí no me la dan. El ayuntamiento contrata a esos tipos para que sepamos qué es lo que nos ocurriría de no levantarnos cuando es todavía de noche, de no coger el metro cada mañana y de no volver ya oscurecido al lugar donde nos está esperando el hombre que apesta como una bodega, fiel esbirro, ya digo, del ayuntamiento. Entonces, sorteamos como podemos al tipejo, esperamos el ascensor, llegamos derrumbados a casa, besamos a la niña que está haciendo los deberes en su cuarto, ponemos el despertador a las seis y media y comenzamos a soñar en el adosado ese de la zona residencial, donde no dejan entrar a nadie, y mucho menos a los esbirros del ayuntamiento.
 

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