PARTIDOS

Los partidos políticos de toda la vida, se han tomado tan en serio a sí mismos que no han hecho creer que iban a durar exactamente toda la vida y eso, mira por donde, los va a acabar defenestrando. Tan absortos han estado en sí mismos, tan embebecidos han estado en su propio corral, en sus guerritas de poder y en sus maneras de escalar sus propios castillos, que no se han dado cuenta de que la realidad se les escapaba y se les hacía cada vez más nebulosa y ajena. Durante demasiado tiempo han dado en creer que las siglas eran lo real y que la realidad era lo postizo, que ellos estaban en la realidad y eran los ciudadanos quienes estaban en babia, de modo que se han permitido lujos abisinios, como es aceptar, cuando no favorecer y practicar abiertamente la corrupción o convertir los partidos en lacayos de otros poderes, cuando no en simples oficinas de empleos vips donde colocar a los suyos por el ajeró. Cuántos políticos expulsados por las urnas o por la judicatura han ido a caer en instituciones públicas o en empresas privadas por el simple hecho de haber prestado buenos servicios al partido o, simplemente por acatar la ley gremial del silencio. Cuántos otros han escapado de la trena y sus vericuetos por la varita mágica de un indulto o de un quítame allá esas pajas judicial. Ellos y su cohorte de palmeros bien pagados dan en creer que la realidad es innegociable y que invariablemente gira sobre sus siglas y sus intereses de clase, y no están dispuestos a consentir que sean las siglas las que giren sobre la realidad. Por eso cuando la realidad acaba por imponerse, se ponen tan nerviosos y amenazan y calumnian y mandan a sus mamporreros a examinar con lupa al tipo que les ha robado la calle, ellos que tanta alergia tienen de las calles. Estos partidos están hechos para el poder, para repartir el poder hasta el punto de considerar que el poder descansa en ellos y no en una base social que cada cierto tiempo les evalúa. Lo peor de todo, sin embargo, no es el daño irreversible que han causado a la confianza de las gentes, sino que han vendido como quincalla todo lo que habíamos ganado a base de luchas (sangre, sudor y lágrimas) durante generaciones. Restituir todo eso costará dios y ayuda, pero algo va quedando claro, con ellos no se puede contar.




LA LUNA

(DEL DISCURSO TITULADO “O INFLUXO DO LUAR NA ESCRITA” QUE EL AUTOR LEYÓ EN EL CONGRESO “PALAVRAS SEM FRONTEIRAS”, QUE TUVO LUGAR EN FARO, PORTUGAL, EN EL CENTENARIO DE LA LLEGADA DE LOS ASTRONAUTAS A LA LUNA)

    a Luna

Cuando en verano de 1969 el primer astronauta posó su pie en la Luna, observó con consternación que los poetas hacía siglos que ya estaban allí.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

De donde es esa torre?