ELOGIO DE LA ERRATA
Querido
Pisco, escucha, si tienes que reimprimir la tarjeta, pasa. No te
preocupes por una A clandestina y libertaria en vez de una E siempre
voluble y taimada. Las erratas existen, nacen en la fronda y apenas
si son perceptiles con la tibia luz de la luna. Se alimentan de
nuestras distracciones y del cansancio, se adhieren a la perfección
tipográfica no por mancillarla con su impúdico abceso, como dan en
creer los taimados, sino por resaltar la temblorosa armonía de los
símbolos, por subrayar la fragilidad del lenguaje. Te encuentras con
ella como cuando tras tantos años te tropiezas al amigo que creíste
perdido. A la errata le gusta moverse por las cloacas y aparecer de
súbito, como a esa golondrina que entra en la mezquita y vuela
buscado una ventana abierta, o la llovizna que cae despaciosa sobre
un campo de trigo. A mí, que soy disléxico siempre se me están
cruzando erratas. Yo vivo en las erratas como otros en París o
Lanzarote y me gustan porque no tengo que tomar un metro o un avión
para encontrarme con ellas. Se han elaborado pérfidas
consideraciones sobre la errata. Algunos han abominado tanto de ellas
que se han acabado convirtiendo en vivientes y palúdicas erratas
ellos mismos; otros deben a ellas el frufrú de su fama, pero jamás
lo reconocerán en público. Déjenme entonces que dedique algunas
palabras de elogio acerca de la errata. Una errata no es un desdoro,
sino el dedo de Dios sobre el ojo de Cristo, la posibilidad de la
Utopía frente a la mansedumbre, el espejo donde se proyecta la
imperfección del mundo, la viga en el ojo ajeno, el inefable José
Bódalo en "Doce hombres sin piedad", la nota a destiempo
en la perfección de Mozart, el quiebro definitivo en una seguiriya
cantá por Chocolate, la catedral de Córdoba dentro de la mezquita
de Córdoba, es Borges paseando por Ginebra sin ver el Lago Leman
aterido de niebla, Cervantes cautivo en Orán o en Sevilla, es
Cippollini subiendo el Tourmalet, es Judas caminando hacia la horca,
Antonio Machado quitándose unos zapatos embarrados en una miserable
pensión de Colliure, la cabeza de Luis XVI rodando por nuestra
visión del patíbulo, Estambul bajo la nieve, todo Charlie Parker y
sus saxofones perdidos, es un joven chino frente a los tanques de Tia
Nam Men, es Sócrates dirigiéndose a los jueces o aceptando su
condena, es Brian Jones flotando en su piscina, es Caravaggio huyendo
de Roma escondido en un carromato, es el disco sin nombre de Veneno,
es Hypatia buscando la razón en un vertedero, una errata es la torre
inclinada de Pisa, el gingko bilova de Hiroshima, una tarde de
martinetes y bulerías con el Agujetas, el sine quanum de la teoría
darwinista, una errata es Baudelaire deambulando por Bruselas
mientras anota en su cuaderno "no se puede ser sublime sin
interrupción", la autoría de Shakespeare con respecto a la
obra shakesperiana acaso sea una errata, Venezia es una errata
cruzada de gondoleros de Mestre y pianistas eslovacos, y la voz de
puerta que no cierra y hace frío de Janis Joplin y el conde de
Lautréamont naciendo en la dulce Montevideo, Maradona y su mano
prodigiosa, es una errata la muerte de César Vallejo en París un
viernes santo sin aguacero, es una larga y extraordinaria errata el
Inferno de Dante, la victoria en la batalla de Marathon, Silvio
Melgarejo bajando la Asunción, los Cantos pisanos, La leyenda del
tiempo, querido Pisco, Riego en las Cabezas de San Juan, es una
errata lamentable levantarse cada día hacia el trabajo, caminar bajo
la lluvia es la más dulce de las erratas, el yogur es una errata y
la forma del búcaro, Lorca saliendo de la casa de los Rosales, la
conquista del Ártico y el Taj Majal, y el rapto de Paris y El libro
de los Muertos y la isla de Pascua, es una errata David lanzando la
onda contra Goliat, el vivo sin vivir en mí de Teresa, una hermosa
errata fue Mágico González bebiendo manzanilla por los bujíos de
Jerez y lo es, lo es sobre todo, cada día que decidimos despertar a
la esperanza. Una errata es el paso del hombre por el Universo,
ventiún siglos de papado, el desgraciado reino de Polonia, errata
mayúscula es toda obra humana.
1 comentarios:
¡Qué gran errata eres, Manuel! Me ha gustado mucho y he disfrutado con tu inventario de erratas. Una abrazo, digo un abraza, bueno, ya me entiendes.
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