CUCHILLO Y SEDA
Ha muerto Manuel. Manuel Molina. La voz rota
de Lole y Manuel, la inusitada voz de Smash. Tenía una voz de cuchillo
oxidado, pero de cuchillo al fin y al cabo. Sus letras en cambio eran de
seda, pura seda. El cuchillo y la seda: he ahí sus divisas. Un cuchillo
sobre campo de estrellas: he ahí su escudo. Hace unos días pusieron en
Canal Sur el documental, Underground, una ciudad en el paraíso, donde se
daba cuenta del florecimiento en la Sevilla de los últimos sesenta
del siglo anterior del rock en España, con la inusitada importancia que
tuvo para ello, las bases de Rota y de Morón. Smash, junto a Veneno,
acaso el mejor grupo de rock que ha dado España, fue el resultado de
aquellos años de agitación en las cloacas, de lucha callejera contra la
dictadura, de la eclosión lisérgica que se abría paso en las conciencias
y en las sensibilidades de la época.
Julio Matito, que fue legionario y
fraile antes del más rompedor de nuestros rockeros, Silvio -senza
parole, maestro-, Antonio Smash, Gualberto -un musicazo como la copa de
un pino-, y un músico danés cuyo nombre he olvidado, fueron los
integrantes de la primera hornada. Manuel se incorporó más tarde, cuando
ya Silvio se había ido, pero le dio al grupo ese sello que lo hace tan
particular, donde la fusión rock-flamenco se hizo más patente. Tras la
ruptura de Smash y la muerte de Matito, Manuel, la voz desgarrada, se
inventó el dúo hipnótico con Lole, su entonces mujer. Quién no los
escuchó entonces. Quién no quiso echarse a los caminos, como Rimbaud,
por el influjo de aquellas canciones libertarias y bellísimas. Ellos,
junto a Camarón, supusieron entonces un soplo fresco para el flamenco,
un toque de yerbabuena a un arte que se había ensimismado acaso más de
la cuenta y que corría el serio riesgo de convertirse en algo de las
catacumbas, cuando no de los museos. Con ellos el flamenco encontró
nuevos respiraderos y lo agradeció, porque es esencia del mundo moverse,
no quedarse ensimismado en la autocontemplación. Ellos trajeron los
aromas nuevos y los jóvenes de entonces, asustados por la aspereza del
cante jondo, nos enganchamos al flamenco a través de esas dos voces
asimétricas y de esa guitarra que sonaba a raspa pura, a Tardón sin
contemplaciones. Hoy ha muerto ese poeta, ese hombre, ese cantaó. Un
hombre que ensanchó el mundo conocido. Un hombre que puso ventanas en
este mundo gris, tal vez con la intención de que se vieran mejor las
estrellas.
letras de Manuel Molina, seda pura.
Vengo a darte los recuerdos
de un hombre que conocí
vive pero siempre
vive acordándose de ti.
*
me lo encontré en el camino
y nos hicimos hermanos
y lo invité a que subiera
al lomo de mi caballo
y en una venta
bebiendo vino y más vino
a mi hermano de camino
le escuché dos o tres letras
mi novia se llama estrella
y tiene un firmamento
solito pa ella.
*
Hay en Sevilla un tesoro
que guarda mi corazón:
la Giralda, La Plazuela,
mis amigos y El Tardón,
y en El Tardón
la dueña del cofre de mi corazón.
¡Te quiero! cuando le digo "te quiero"
se le pone la carita
colora' de terciopelo...
Dinero, que yo no quiero dinero,
yo quiero cantar al aire
como cantan los jilgueros.
Me voy a casar contigo
sin ponerte condición,
sólo te pido una cosa
que se llama comprensión.
Yo no entiendo de colores,
sólo me gusta el moreno
de las carnes de mi Lole.
Cómo temblaba mi corazón, mare,
cómo temblaba mi corazón
solito, prima, por la calle.
De besos son las barandas
en el puente del amor
y el suelo, de azúcar blanca.
Ayer, cuando la tarde moría
sorprendieron las estrellas
tu boca junto a la mía,
el cielo por la alameda
estrenaba melodía
y yo por el dulce camino
de tus labios me perdía.
Mi boca sobre tu boca
danza loca de alegría,
mi sangre cantaba a gritos
y la fuente se reía.
Y cuando tu boca al fin
se separó de la mía,
la noche dos veces negra
se vistió de luz del día.
![]() |
Manuel Molina |
![]() |
Smash, Julio Matito, Gualberto, Silvio, Antonio Smash y Henrik Liebgott |
letras de Manuel Molina, seda pura.
Vengo a darte los recuerdos
de un hombre que conocí
vive pero siempre
vive acordándose de ti.
*
me lo encontré en el camino
y nos hicimos hermanos
y lo invité a que subiera
al lomo de mi caballo
y en una venta
bebiendo vino y más vino
a mi hermano de camino
le escuché dos o tres letras
mi novia se llama estrella
y tiene un firmamento
solito pa ella.
*
La Plazuela y El Tardón
que guarda mi corazón:
la Giralda, La Plazuela,
mis amigos y El Tardón,
y en El Tardón
la dueña del cofre de mi corazón.
¡Te quiero! cuando le digo "te quiero"
se le pone la carita
colora' de terciopelo...
Dinero, que yo no quiero dinero,
yo quiero cantar al aire
como cantan los jilgueros.
Me voy a casar contigo
sin ponerte condición,
sólo te pido una cosa
que se llama comprensión.
Yo no entiendo de colores,
sólo me gusta el moreno
de las carnes de mi Lole.
Cómo temblaba mi corazón, mare,
cómo temblaba mi corazón
solito, prima, por la calle.
De besos son las barandas
en el puente del amor
y el suelo, de azúcar blanca.
Ayer, cuando la tarde moría
sorprendieron las estrellas
tu boca junto a la mía,
el cielo por la alameda
estrenaba melodía
y yo por el dulce camino
de tus labios me perdía.
Mi boca sobre tu boca
danza loca de alegría,
mi sangre cantaba a gritos
y la fuente se reía.
Y cuando tu boca al fin
se separó de la mía,
la noche dos veces negra
se vistió de luz del día.
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